De Oscar Araripe. Exposición Permanente de Pintura al Aire Libre.Acrílico sobre vela náutica.Festival del Caribe. Consejo Provincial de las Artes Plasticas /Santiago de Cuba/2005.
La obra es un recuento, un cuento caribeño, una imagen cantada, transvisionada desde esta deliciosa tabla numérica de Pinar del Rio, de quizás 40.000 años de historia, y que ahora culmina, incluyendo todas las fechas importantes de la humanidad en el camino de su liberación, todas las fechas de América, de Venezuela a Cuba, del arcaico Orinoco al inconmensurable Brasil.
Aquí los números representan una estética, abren caminos, bellas verdades. Números humanos hechos para soñar, números que cantan y que encantan, ya todo resuelto y bien resuelto.
Los cinco dedos fueron hechos para contar, dicen los petroglifos de Pinar del Rio, que aquí en este mural transcribo. Los cinco dedos, las dos manos, los diez dedos del pie, formas de contar la eternidad. Yo no vi nada, nada interpreto, apenas transcribo lo visto. Apenas recuento. Recontar es todo. Un Arte para llamar la atención, un arte reclamo. Números inmensos, números que cuentan con los dedos los infinitos ciclos de la luna y del sol, que cuentan las estrellas con los movimientos de la respiración, con las palpitaciones del corazón; números extraordinarios que recuentan las lágrimas y el sudor de la humanidad en su devenir en busca de la liberación. Números que cuentan las fechas de nuestra epopeya, que cuentan constelaciones en lugar de dinero, con merecida referencia al talento innato de sumar del Orinoco venezolano; sumar el día con la noche, la respiración con la muerte. Todo vida y ternura.
Aunque el sol ya no sea mi señor, la luna seguirá siempre siendo mi esposa amada. Repetroglifos Caribeños es un banner público, sumador de sueños, un contador de esperanzas con un pie en Brasil y el otro en Santiago de Cuba, y ambos en el mundo.
Una imagen americana, en colores brasil-caribeño, es esta tabla numérica que transcribo, orgullosa, alegre y colorida como la vida. La vida en libertad que ahora y siempre visionan los artistas venezolanos del Orinoco. Porque el arte rupestre es la primera manifestación del Arte del hombre americano, porque el arte rupestre es bolivariano. Por eso yo me entrego. Por eso yo os lo cuento. Os lo recuento.
Que linda es Cuba.
Oscar Araripe / junio de 2005
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